Esta fuerte frase, es del Dr. Emery Brown (neurocientífico y anestesiólogo) investigador del Massachusetts Institute of Technology (MIT), en un artículo desarrollado con otros dos investigadores y publicado en la revista New England Journal of Medicina (2010), que trata sobre los efectos de la anestesia general sobre el cerebro y su relación con los estados de coma y de sueño.
El Dr. Brown, comenta que los especialistas han dudado en comparar la anestesia general con el coma, y prefieren usar un término más seguro, como el sueño inducido, pero esto es incorrecto desde el punto de vista médico, por lo cual sería informar erradamente al paciente, y su estudio, es la comprobación científica de esto.
Para determinar la condición cercana al coma de la anestesia general, el investigador jefe del proyecto refiere que comenzaron: “indicando los estados fisiológicos específicos que componen la anestesia general - inconsciencia, amnesia, la falta de percepción del dolor y la falta de movimiento - y luego nos fijamos en la forma en que es similar y diferente de los estados del coma y del sueño, siendo más cercano al primero”.
En este mismo sentido, aclaró que los primeros signos clínicos de la recuperación de la anestesia general (retorno de una respiración regular, de los movimientos y del conocimiento) son similares a los de la recuperación del coma, aunque comprimido en cuestión de minutos en lugar de la hora (o incluso años) que se necesita para salir de un coma.
A pesar de que la anestesia general es vista como un procedimiento de rutina, la misma mantiene un nivel moderado de riesgo, siendo calculado en una mortalidad directa de la anestesia, en uno (1) de cada 250.000 pacientes. Esto significa, que solo en Estados Unidos, se estima que cada cuatro (4) días fallece una (1) persona por el uso de la anestesia general (se calculan que se realizan 60 mil intervenciones quirúrgicas con uso de anestesia general todos los días en ese país).
El profesor de la Universidad de Cincinnati, Andreas Loepke, sobre la importancia de la investigación comenta: "Los anestésicos son medicamentos muy potentes, con un margen de seguridad muy estrecha. Tienen efectos secundarios muy potentes, como depresión respiratoria, pérdida de reflejos, inestabilidad de la presión arterial, náuseas, vómitos, entre otros”.
Finalmente advierte el Dr. Brown, que la cercanía entre los estados de Coma y de Anestesia general, se refiere a los procesos físico-químicos que suceden en el cerebro, que son similares, sin embargo, tienen como diferencia clave que este es un estado de coma controlado por el anestesista, reversible y del cual los pacientes se recuperan rápida y seguramente.
Fernando Fuentes Pinzón
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Fuente:
Massachusetts Institute of Technology (MIT)
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