jueves, 7 de julio de 2011

Curación de heridas sépticas con miel de abejas




La efectividad de la miel, para el tratamiento de heridas sépticas, al cuarto día de tratamiento fue 63,15%, contra la efectividad de las pomadas tradicionales (gentamicina, nitrofurazona, neomicina), que fue sólo del 16,32%. Significa, que la miel es casi cuatro veces más efectiva que las medicinas comunes para el tratamiento de las heridas infectadas, en el corto plazo (4 días).

El trabajo publicado en la Revista Cubana de Cirugía (2011), permitió determinar la acción de la miel en el tratamiento de heridas sépticas, calibrar su efectividad en la velocidad de la cicatrización y describir las complicaciones de su aplicación en la población de referencia.

La miel contiene todas las vitaminas que los bromatólogos o expertos en nutrición consideran necesarias para la salud: las del grupo B, tiamina, niacina, riboflavina, ácido pantoténico, piridonxina y biotina, además de ácido ascórbico o vitamina C. Todas ellas son fundamentales en la nutrición humana. Además, a diferencia de las frutas y verduras, que pierden parte de su contenido vitamínico durante la cosecha, almacenaje y preparación, la miel —a menos que se caliente— no pierde nunca sus vitaminas. Contiene todos los minerales que son esenciales para la salud: hierro, fósforo, aluminio y magnesio.

El estudio se realizó en un universo de 200 pacientes con heridas sépticas, atendidos en los servicios de cirugía general del Hospital «Freyre Andrade» y la Clínica Central «Cira García» desde el 2000 hasta el 2010. Por intereses de la investigación fueron asignados de forma aleatoria a los diferentes tratamientos, en 2 grupos de 100 pacientes cada uno: un grupo control (GC), a cuyos integrantes se les hizo una cura local diaria con solución salina al 0,9 %, antisépticos locales en existencias y algunos de los antibióticos locales existentes en ungüentos o pomadas (gentamicina, nitrofurazona, neomicina); y un grupo de estudio (GE), curado también localmente con solución salina al 0,9 %, de modo similar al otro, pero seguido de la aplicación de miel, en una capa que ocupó la herida en toda su profundidad y superficie. Esta modalidad terapéutica se corresponde con los métodos tradicionales de aplicación.

Entre las afecciones tratadas predominaron las heridas abdominales sépticas posquirúrgicas, seguidas de las heridas accidentales infestadas y abscesos calientes.

El seguimiento de las heridas sépticas en los cultivos se halló que en el grupo control se realizaron 98 cultivos el primer día antes de curar la herida y en el segundo cultivo, realizado al 4to. día, 82 cultivos continuaron siendo positivos. En el grupo de estudio se realizaron 95 cultivos en la primera ocasión y 35 fueron positivos en la segunda ocasión.

Con respecto a las complicaciones, en el Grupo de Control se registraron 19 complicaciones asociadas al método de curación, como alergia a la nitrofurazona, necesidad de cambio de antibiótico por una evolución desfavorable y sepsis después del cierre por tercera intención. Todas fueron resueltas, pero prolongaron el tiempo de resolución de las heridas. No ocurrió así en el Grupo de Estudio, donde no hubo complicaciones ni reacciones adversas al uso de la miel.

El seguimiento de las heridas infestadas por cultivo da la medida de la efectividad del tratamiento aplicado. La toma del primer cultivo en cada grupo se realizó antes de la primera cura, mientras que la toma del segundo cultivo tuvo lugar al cuarto día de haber comenzado la curación. Las diferencias en cuanto a resultados negativos en el segundo cultivo fueron significativas, lo cual coincide con la literatura revisada.

Esta altísima efectividad de la miel, puede ser atribuible a la «actividad del agua» (AW, por su denominación en inglés), la cual es la concentración mínima de agua requerida en el ambiente de un microorganismo para que este se reproduzca. La miel crea un medio con bajo contenido de agua (alta osmolaridad), dado que el plasma y la linfa migran fuera del tejido hacia la solución e inhiben el crecimiento bacteriano por disminución en la AW del sustrato. La linfa, por su parte, proporciona nutrientes al tejido. La miel atrae macrófagos que participan en la «limpieza de la herida», acelera el desprendimiento del tejido desvitalizado, necrótico o gangrenoso, provee una fuente de energía local y forma una capa proteica protectora en la herida. Tiene también propiedades desodorizantes, ya que las bacterias usan glucosa en lugar de aminoácidos para su metabolismo y producen ácido láctico en vez de sustancias malolientes (amonio, aminas y compuestos azufrados).

El tejido de granulación útil es un signo de evolución favorable en las heridas sépticas. La miel de abejas favorece la cicatrización por la acción que ejerce sobre la división celular, la síntesis y maduración del colágeno, la contracción y epitelización de la herida y el mejoramiento del equilibrio nutricional. Posee un factor antibacteriano por su alto contenido en peróxido de hidrógeno, así como alta concentración de antioxidantes que protegen al tejido de radicales libres. Se han descrito propiedades antiinflamatorias de disminución del edema, el exudado y el dolor local. Asimismo, su acidez (por debajo de pH 4) beneficia la acción antibacteriana de los macrófagos, ya que un pH ácido dentro de la vacuola se relaciona con lisis bacteriana, a la vez que se reduce la formación de amonio tóxico. Es así que la acidificación coadyuva a la cicatrización.

En conclusión, la miel pura (sin calentar) se puede utilizar para curar cualquier herida séptica independientemente de su localización y es efectiva ante cualquier germen que colonice una herida séptica. Tiene fuertes propiedades desodorizantes, de limpieza y favorece la cicatrización de las heridas. Con su uso se logra un tejido de granulación útil y un cierre precoz de las heridas.

Fernando Fuentes Pinzón
@nuestrosmedicos

Fuente:
LAVANDERA RODRIGUEZ, Iván. Curación de heridas sépticas con miel de abejas. Rev Cubana Cir [online]. 2011, vol.50, n.2 [citado 2011-07-06], pp. 187-196 . Disponible en: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0034-74932011000200006&lng=pt&nrm=iso ISSN 0034-7493.

Fernando Fuentes Pinzón

Investigador, docente universitario, con interes en los negocios, tecnología y la salud. Creador de los blogs: Emprendo Venezuela, Nuestros Médicos y Fernando Fuentes Pinzón

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