Según la Agencia Española de la Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN), en un estudio realizado en conjunto por la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética, la Organización Médica Colegial y el Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, y publicado en la página web de la Agencia (www.aesan.msc.es), las dietas que incitan a perder más de un kilo por semana son normalmente perjudiciales para la salud del paciente.
En resumen, según el informe publicado, las dietas rápidas, aunque puedan permitir el descenso de peso en el corto plazo, constituyen un elevado riesgo a la salud en el mediano y largo plazo, posiblemente trayendo las siguientes complicaciones:
- Provocar la destrucción de proteínas corporales (el organismo compensa la falta de energía recibida cuando se salta una comida o se hace ayunos prolongados), lo que provoca pérdida de la masa muscular (que lleva a su vez a ser cada vez más difícil la pérdida de peso posterior).
- Efecto rebote, es decir, una pérdida rápida de peso, acompañada de un aumento rápido de peso (siempre en espiral, lo que significa que cada vez se aumenta más).
- Puede desencadenar trastornos del comportamiento alimentario (anorexia y/o bulimia).
- Puede afectar la autoestima y la calidad de vida del paciente.
El informe publicado, clasifica a estos regímenes contrarios a la salud (también llamadas “dietas milagro”) en tres grandes grupos.
a) Dietas hipocalóricas desequilibradas: Consiste en realizar una fuerte disminución de alimentos con kilocalorías, lo que genera un déficit de nutrientes, que prolongado en el tiempo, pueden debilitar la masa muscular. Algunas de las más famosas son: dieta de la Clínica Mayo, dieta Cero Calorías (o dieta de ayunos), Dieta de Waerland, entre otras.
b) Dietas disociativas: Tienen su fundamento en el principio que los alimentos no contribuyen al aumento de peso por sí mismos, sino al consumirse según determinadas combinaciones. No limitan la ingesta de alimentos energéticos, sino sus combinaciones. Normalmente se separa en grupos los alimentos, limitando los hidratos de carbono (pan, pastas, etc) y permitiendo los alimentos proteicos (carnes, pescados, lácteos, etc). Las más famosas son las dietas: Dieta Shelton, dieta Montignac, la antidieta, entre otras.
c) Dietas excluyentes: Se basan en eliminar algún nutriente de la dieta. Las más conocidas son la del Dr. Prittikin, Dr. Hass, la de Scardale, la del Dr. Atkins.
En la misma página web de la AESAN, se ha incluido un cuestionario (test) para que cualquier persona pueda comprobar si la dieta que están siguiendo puede ser perjudicial o no para su salud. El test consiste en 18 preguntas, divididas en dos partes. Una vez completado el cuestionario, se ofrecen cuatro posibles resultados, que indican si se están haciendo una dieta correcta o no y qué riesgos está asumiendo el paciente. En este último caso, se le aconseja qué debe hacer: acudir a un especialista, ingerir las cantidades adecuadas de nutrientes y, por supuesto, mantener una actividad física regular.
Con todo ello, sólo falta recomendar lo obvio: no se fíe de las dietas de las revistas de moda, consulte a un nutricionista, si desea rebajar y mantener la talla, sin afectar negativamente su salud.
Fernando Fuentes Pinzón
www.nuestrosmedicos.com
@nuestrosmedicos
Página recomendada (Test): http://www.naos.aesan.msc.es/csym/test/home.html
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