En un estudio recientemente
publicado (14 de mayo del 2013) en la revista especializada Proceedings of theNational Academy of Science, se ha revelado que la presencia de una bacteria en
un número mayor que su frecuencia promedio, ha logrado alterar dramáticamente
la obesidad en ratones.
Esta bacteria se llama “Akkermansia muciniphila”, y se ha
observado que al existir sobrepeso su presencia cae. Esta bacteria en estado
natural representa entre el 3% y el 5% de las bacterias gástricas.
Se ha demostrado con el estudio
que la presencia mayor de esta bacteria logra un aumento del metabolismo y con
ello, una mayor “quema” de las grasas, siendo la relación en los ratones (el
estudio no se ha realizado aún en humanos), de reducir su peso de hasta un 50%
por ciento, en comparación con ratones que no se les había estimulado la
bacteria: “Akkermansia muciniphila”, sin mayor cambio en la dieta o en la
rutina diaria.
En estudios previos con humanos,
se habían empleados “probioticos” para estimular un caldo de bacterias,
estimulando a su vez, en un grado menor a esta (Akkermansia muciniphila), por lo cual se lograba un beneficio en el
aumento del metabolismo, aunque discreto, pero mayor que el no emplearlo.
Con esta bacteria, como efecto
colateral, se ve una degradación en la mucosidad de las paredes del intestino
(según estudios previos citados en el artículo), por lo cual, puede tener una
relación directa con mal funcionamiento del sistema digestivo, aunque esta es
una sugerencia de la investigación, la misma no comprobó ni observó este fenómeno
en su estudio.
En palabras finales de los
propios investigadores, asociados a universidades de Bélgica, Holanda y
Finlandia: “Estos resultados proporcionan
una base para el desarrollo de un tratamiento que utiliza el moco del colon del ser humano para la prevención o tratamiento de la obesidad y sus trastornos
metabólicos asociados”.
Esta es una increíble mejora para
el tratamiento de la pandemia de la obesidad que actualmente domina en el
mundo, por lo cual, es un estudio que habrá que seguir de cerca, cuando empiece
a aplicarse en humanos.
Fernando Fuentes Pinzón
@nuestrosmedicos
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