Existen dos tipo de crisis hipertensivas en las urgencias de las clínicas u hospitales, la más sencilla podemos llamarla “Urgencia hipertensiva” y la más compleja, “Emergencia Hipertensiva”, según la Dra. Ponce, en un artículo publicado en la Revista Clínica de Medicina de Familia (España. 2011), en el cual, se hace un análisis de los tratamientos aplicables.
Antes que nada, una crisis hipertensiva es un aumento agudo de la presión arterial, que puede ocasionar alteraciones orgánicas o funcionales sobre órganos diana. Se ha establecido como punto de corte una presión arterial sistólica (PAS) ≥180 mmHg y/o una presión arterial diastólica (PAD) ≥110 mmHg. Los órganos diana generalmente afectados en una emergencia hipertensiva son el corazón, el riñón, las arterias, los ojos y el cerebro.
Una vez identificada la crisis hipertensiva, se debe investigar si se trata de una urgencia o emergencia hipertensiva, para proceder a su adecuado tratamiento, sugiere la investigadora Ponce, en su artículo.
En la urgencia hipertensiva el incremento de la presión arterial no se acompaña de lesión en órganos diana y el paciente puede estar asintomático o con síntomas inespecíficos, no comprometiendo la vida del mismo.
El tratamiento en el caso de la urgencia hipertensiva, será vía oral, con un descenso en la presión arterial no rápido (se reducirá un 20% en las primeras 24-48 horas para evitar el riesgo de hipoperfusión), y ante una evolución favorable se dará el alta al paciente para ajuste del tratamiento hipertensivo por su médico de familia.
En la emergencia hipertensiva el aumento de la presión arterial se acompaña de lesión de órganos diana, pudiendo poner en riesgo la vida del paciente, por lo que requiere un descenso rápido (vía parenteral) e ingreso hospitalario.
La Dra. Ponce, en su publicación, hace una mención especial al fármaco nifedipino, explicando que si bien el mismo es de acción corta (6 horas) y disminuye eficazmente la presión arterial, tiene como efecto secundario: “el riesgo de producir eventos isquémicos por su velocidad de descenso. También produce vasodilatación, y secundariamente un fenómeno de robo en lechos vasculares, con taquicardia refleja por descarga de catecolaminas. En embarazadas no es teratogénico, pero puede reducir la PA demasiado rápido y retrasar el parto por reducir las contracciones uterinas, por lo que su uso se debe evitar. El nifedipino es un fármaco ampliamente utilizado por los servicios de urgencias, y su utilización por vía sublingual debe plantearse con prudencia porque su riesgo/beneficio parece desfavorable. Se encuentra formalmente contraindicado en pacientes con infarto agudo de miocardio”.
Por ello, la investigadora recomienda a los médicos de urgencia, una mayor y mejor revisión de la literatura médica publicada sobre la materia. El desconocimiento, la pagan los pacientes.
Fernando Fuentes Pinzón
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Fuente:
PONCE GARCIA, Isabel. Crisis Hipertensivas. Rev Clin Med Fam [online]. 2011, vol.4, n.1 [citado 2011-06-29], pp. 88-89 . Disponible en:
me enknta este articulo
ResponderEliminarMuy buena informacion.. Educativa ;)
ResponderEliminarInteresante informacion..
ResponderEliminarQ buena Publicacion
ResponderEliminarQue bueno que se tratan estos temas, porque la salud es algo muy importante!
ResponderEliminarQue bueno!
ResponderEliminares una informacion bastante interesante, siempre es bueno educarse en cuanto a la salud!
ResponderEliminaresta informacion me parece muy interesante para las personas que padecen de esta patologia...
ResponderEliminarla informacion brindada es interesante, nos ayuda a saber la gran diferencia entre urgencia y emergencia hipertensiva y los tips principales de cada una. Acerca del nifedipino es muy prudente saber sus efectos secundarios para evitar posibles tragedias.
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